El Pantano.
Actualizado: 9 feb 2024
Querido diario,
Hoy conocí un pantano y nunca pensé que un pantano podía ser tan hermoso. Hay unos juncos que se mecen con la gracia del viento y parece que hacen una reverencia al sol.
Siempre que alguien nombraba la palabra pantano o se me venia la imagen de un pantano a la cabeza, pensaba en un paisaje escondido, sin luz, gris, húmedo y frio. Y para mi sorpresa, este pantano es bellísimo.
Estoy a los pies del Lago Morenito y veo como una vez mas, la vida me enseña que algo puede ser distinto. Tantas visiones y creencias se han roto a lo largo de mi vida y esta no es la excepción.
Cuanta humildad puedo permitir en mí que algo puede ser distinto a como lo imaginé? Cuanta sorpresa, misterio y flexibilidad puedo permitirme hoy? La pequeña mirilla de mi interpretación conceptual no me dejaba imaginar que este hermoso pantano cobra vida en cada amanecer.
Cuantos versos de mi misma, relaciones y escenas, están cargadas de imágenes preconcebidas que me alejan de descubrir la realidad tal como es? Cuan cegada estoy frente al universo? Cuantas veces esas creencias están ligadas al velo del dolor, de mis heridas, de mis relatos de un pasado sufrido que aprisionan mi mente?
Y nada es real, me recuerdo que nada es real… pero sin embargo acá estoy, sin poder sentir, con el corazón amordazado sin poder llorar y con una panza que no puede digerir un alimento. Nada es real pero me aferro y me apego a lo doloroso porque me resisto a dejarlo ir.
Y todo es real, todo es real.. porque mientras respire en este cuerpo, encarnar mi humanidad es mi servicio y mi labor. Sentir es parte de esa labor. Luchar con mi neurosis pero también aprender a observarla sin identificarla es parte del sendero… Atravesar mis emociones como una pluma o como un yunque es parte y no hay error en como se manifiesten. Puedo ser la pluma y el yunque, puedo ser ambas o la nada. Pelearme con sentir enojo y frustración porque me gustaría que ciertas cosas fueran distintas es parte. Es parte cuando no me gusto, cuando no me acepto, cuando me cuento que me gustaría ser distinta porque quizá así, seria digna de mi amor y aceptación.
Y ahí es cuando caigo, caigo bien profundo... pero no me derrumbo porque primero me resisto y parezco un bloque duro bien macizo e inflexible.. caigo en ese hueco tan alejado de mi corazón y mi fe, que me alejo y me cubro del lodo del pantano… Quedo petrificada, incomoda, inmóvil pero inquieta porque quiero escaparme de mi.
Me duele la vida, me duele juzgarme, ser tirana y no poder abrazarme en mi existir. Quiero ser invisible y que nadie me vea, no quiero verme a mi lejos de misma. Es como si quisiera desaparecer.
Sigo cayendo bien profundo en un hueco áspero hasta que al soltarlo todo y dejar de resistirme a este estado algo sucede… a veces es una respiración profunda que me ventila el corazón, otras veces es una una charla con un amigo, una amiga, o pongo los pies en la tierra, o escucho un mantra.. o veo la foto de mi maestro y vuelvo una vez mas… y una voz me recuerda, la mía y la de mi maestro, que nada es real, solo el amor, solo el amor.
El hechizo del dolor se rompe y vuelvo a mi. Y miro al cielo y veo las nubes pasar.. y recuerdo que todo es pasajero, incluso el dolor mas grande. Incluso la perdida mas grande, la que me recuerda que me tengo. Y mi panza se afloja y la comida me vuelve a caer bien y me rio, y sonrió y miro al cielo y digo gracias baba como un suspiro de gracia y dicha porque ese gracias es para mi misma por recordar lo primordial.
Escribo esto y tengo el pantano enfrente y sonrió, luego lloro, porque conozco ese lugar de presencia amorosa que existe en mi y sin embargo a veces me pierdo tanto.. me alejo tanto. En realidad es mi mente la que me dice que me pierdo, que me alejo pero yo soy la que le cree.. y vuelvo a reír porque estoy acá, porque sigo acá hasta darme cuenta que no puedo perderme, porque no hay ningún al que ir, más que adentro.
Veo la montana de fondo, los arboles abrazando el lago y los juncos enfrente danzando. Ellos hacen su saludo al sol y yo saludo de nuevo a mi corazón. Y mi pecho se expande y entra el aire.. y de manera sincrónica entra un remolino de viento al lago y me limpia.. y me renueva. Y veo como la naturaleza me acompaña. Vine acá para trabajar y cerrar un proyecto y la reserva natural del bosque tenia otros planes para mi: que suelte, que procese, para que sienta la vida y la muerte una vez más.
El lodo esta ahí, enfrente mio y puedo pisar y entrar, todas las veces que sea necesario hasta aprender que nunca voy a permanecer por siempre atascada, rígida e inmóvil. Meterme en el lodo me da otra perspectiva, me enseña que puedo atravesar la vida y también me enseña que va a llegar un momento en el que no vaya a tener miedo de quedarme atrapada. Quizá cuando pierda ese miedo, es que nunca mas tenga que re visitar lo pegoteado y el olor del agua estancada. Es gracioso como todo a veces funciona: aprendes la lección y ya no tenes que tomar la prueba. Pero hay lecciones que evidentemente soy una alumna regular y también tengo que vivir con eso.
La imagen fea que tenía el pantano es porque así me veía a mi, a mi mente, cuando me enredo y me voy por fuera de mi, cuando busco evidencia de que soy indigna de amor. El pantano desagradable es cuando me veo a mi misma desefoncarme, cuando todo lo externo es una excusa para causarme mas culpa y dolor. El asunto es que no hay lindo o feo, bueno o malo, simplemente son partes de mi viaje, de este viaje de volver al amor. Estoy aprendiendo a no castigarme por irme, por perderme, porque ahí también merezco de mi dulzura. Cuando voy a entender que no hay nada malo en mí?
Se que existe otra forma de ser y vivir, pero cada tanto vuelvo ahí se ve que para soltar esa vieja Ailen que todavía cree que hay algo de ella ahí todavía.. y me causa ansiedad, urgencia de querer desprenderme y soltar esos enrosques, pero me detengo y me recuerdo que ese es mi ego, porque mi corazón me espera siempre a que vuelva a casa.
Cuando me enojo por demorarme en salir y por atascarme en mi pantano, es que me causo sufrimiento y a quien me rodea. Sino puedo ver el vacío de mi dolor, sino puedo hacerme cargo de que esta, voy a vivir enredada a las proyecciones externas y también engancharme en la neurosis del dolor de los demás.
Aprendí que nuestras heridas se van a ir repitiendo como réplicas para ver algo del pasado y traer amor a donde siempre hubo dolor. Es un trabajo de artesanía pura aprender a soltar lugares, eventos, relaciones que pueden activar un dolor crónico en el cual es difícil traer paz y sanación. Esto es una llave para poder crear paisajes que me permitan sanar. Sanar para mi es aceptar, es permitirme sentir, es creer que no hay un error porque algo me duele todavía. Cada día estoy mas cerca de trascender esa identificación y saber que puede existir algo distinto.
Aprendí que para mi sanar es escuchar a tu corazón y quedarte con lo que tenga para decirte.
Acaso podré hacerlo esta vez?
En este viaje aprendí que en el Lago Morenito existe un pantano hermoso, con una energía enigmática, misteriosa y al mismo tiempo apacible. El Lago Morenito me enseño que mi mente también puede ser un pantano hermoso.
Este Lago tiene montana, bosque, pantano y unas piedras para escalar. Y miro al cielo y sonrío y veo como también escalo, subo y asciendo para alcanzar la perspectiva de que todo esta bien en mi corazón.
Con amor, escrito bajo una luna menguando bajo el signo de Escorpio.
Ailu Partesano.
@cuspiderosa.
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